Muchas veces se habla de la deconstrucción: deconstruir algo suele significar el criticarlo y revisarlo. Para nosotras, significa algo más.
Según la RAE, deconstruir es «deshacer analíticamente algo para darle una nueva estructura». Según la filosofía, el término ‘deconstrucción’ se relaciona directamente con la estrategia filosófica de Jacques Derrida, que buscaba descomponer la metafísica occidental y analizar las estructuras sedimentadas en la sociedad.
El hecho de revaluar lo aprendido o lo impuesto por la sociedad es una de las mejores capacidades con las que contamos. Es un proceso largo y complejo, pero necesario. Todos hemos sido educados e incluso adoctrinados en una sociedad patriarcal y machista, y aunque cada día avanzamos, los micromachismos ahí se mantienen. El primer paso es ser consciente de estos procesos, y luego realizar un proceso de revisión de uno mismo.
Deconstruirse, para los hombres, y deconstruir la masculinidad hegemónica, no significa sólo pintarse las uñas, llamarse feminista o ponerse un ‘crop top’, ni tampoco significa dejar de ser duros y fuertes como se les exige a los hombres en la sociedad. Significa abrir la mente y estar dispuestos a aprender y a avanzar. Revisar y cuestionar todas las conductas patriarcales tóxicas que, de una forma u otra, están arraigadas y naturalizadas en el proceso de socialización.
Debemos además, buscar referentes que nos ayuden. Un buen ejemplo lo encontramos en la serie ‘Outlander’, con Jamie Fraser, uno de los protagonistas. Este personaje, muy bien construido con todos sus matices, pertenece a una sociedad altamente machista en la Escocia del siglo XVIII. Esto, por supuesto, afecta a su relación con Claire, mujer que viaja al pasado desde los años 40 (y que está mucho más avanzada en términos de feminismo, entre otras cosas). A pesar de la radicalidad de ambas sociedades, lo que permite que avancen en su relación y que él se deconstruya, es la escucha activa del ‘highlander’. Mediante la palabra, el entendimiento y la negociación, se conforma poco a poco una relación sana entre la pareja.

Con esto queremos lanzar un mensaje cargado de optimismo y esperanza: todos tenemos la capacidad de abrir nuestras mentes y evolucionar, todos tenemos la capacidad y la oportunidad de deconstruirnos para construir, entre todos, una sociedad abanderada de la igualdad.
Artículo por Mar de Garrido.