Bad Bunny, Jacquemus y el Pop Art

Bad Bunny, el cantante de moda, ha protagonizado la nueva campaña de Jacquemus que se lanzó el pasado 7 de febrero. La nueva línea primavera / verano 2022 de la firma francesa está llena de color, especialmente destacando el rosa y el verde, colores que confirman la llamada «moda dopamina» (tendencia que busca el bienestar a la hora de vestir), que se encuentra en alza desde 2021.

Fotografía de Claude Nori © Jaquemus

Hace menos de una semana, la firma de Simon Porte publicó un post en Instagram con una frase de la canción «Dákiti»: «y dime qué quieres beber, es que tú eres mi bebé», lo que hizo que los fans del cantante puertorriqueño comenzaran a sospechar que se estaba gestando una colaboración entre la marca y el intérprete –y, aunque no es la primera vez que trabajan juntos, esta vez lo han hecho por todo lo alto–.

Bad Bunny x Jacquemus ©Jacquemus

La campaña, que ha sido titulada «Le Splash», ha sido fotografiada por Tom Kneller y Zoey Radford Scott en Miami Beach.

Esta sesión de fotos tiene claras reminiscencias al pop art de David Hockney, pintor que retrató durante los años sesenta y setenta, principalmente, el ambiente caluroso y desenfadado de diferentes piscinas de Los Ángeles.

El pop art, movimiento que surgió a mitad de siglo XX en ciudades como Londres y Nueva York, tuvo varias vertientes, pero principalmente se enfocaba en la selección de diferentes objetos cotidianos y sacarlos de su contexto habitual (como por ejemplo, las famosas latas de sopa Campbell que retrató Andy Warhol en 1962). Esto era debido a la creencia de que cualquier objeto –por ordinario que fuera– podía ser bello.

Colores brillantes, técnicas como el ‘ready-made’ la inspiración en la cultura de masas, la incongruencia o el humor son otras de las características de esta corriente artística.

A Bigger Splash (David Hockney, 1967) ©Tate Modern

David Hockney, nacido en 1937 en Bradford, se mudó en los sesenta a Los Ángeles, donde se inspiró profundamente en el sol, el ambiente liberal, y, por qué no, los hombres, y donde conoció a Peter Schlesinger, un estudiante de arte que se convirtió en su pareja al poco tiempo. En California fue donde el pintor comenzó un estilo mucho más ‘soft’, destacando las superficies y los colores planos pero brillantes, principalmente pasteles, y la influencia de la fotografía y del pop art americano.

Portrait of an Artist / Pool with Two Figures (David Hockney, 1972)
Bad Bunny x Jacquemus ©Jacquemus

Las escenas, soleadas, brillantes y refrescantes, nos recuerdan a la sesión de fotos de Bad Bunny x Jacquemus, donde predomina la mezcla de colores –aunque algo más saturados–, y el ambiente jovial y refrescante del verano.

Vestidos, bermudas, gafas, sandalias, trajes chaqueta, bolsos baguette e incluso chalecos –casi todo, prendas monocromáticas– son algunas de las que Bad Bunny ha lucido para promocionar la nueva campaña de la casa Jacquemus. La simbiosis entre el estilo andrógino del cantante y la diversidad de estilos de la marca combina a la perfección, y a la vez es un punto a favor de esta última, construyendo una imagen de marca que encaja con la excentricidad del cantante y desafía la visión clásica de la masculinidad.

Podemos ver también un pequeño guiño a la campaña que realizó Brad Pitt en 1999 para la revista Rolling Stone, donde posó con tres vestidos cortos, entre los cuales destacó uno rosa cubierto por completo con lentejuelas.

Más de seiscientos mil likes es la cifra que acumula el post donde la firma ha compartido las primeras imágenes de la colaboración, cifra que probablemente continuará subiendo, pues los fans del cantante y de Jacquemus han recibido con mucho entusiasmo las fotos de la nueva colección.

Artículo por Mar de Garrido.

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El ‘Vestido de la Venganza’ de Lady Di

La Vanity Fair de la Serpentine Gallery de Londres de 1994 marcó un punto de inflexión tanto en la moda como en la historia de Inglaterra. Ese día, la princesa Diana de Gales asombró a todo el mundo luciendo un vestido de Christina Stambolian que posteriormente sería bautizado por la prensa como el ‘Revenge Dress’. 

Para entender por qué se le dio este nombre al diseño debemos remontarnos a la mañana de ese mismo día, cuando en la televisión pública británica se emitió un documental en el que el príncipe Carlos, aún marido de Diana, admitió su relación con Camila Parker y, por ende, su infidelidad hacia Lady Di. 

La princesa Diana dado al claro bochorno que había significado la declaración de Carlos no tenía nada de ganas de acudir a la gala benéfica pero fue su mayordomo y confidente, Paul Burrell, quien le animó a ir. Según cuenta la historia, Burrell sacó el vestido del armario de la princesa y le sugirió ponerselo, y aunque a Diana en un principio le pareció demasiado atrevido, finalmente se arregló como nunca y se presentó en la gala con el que se podría denominar el vestido más polémico de la historia de Inglaterra. 

El diseño de Stambolian consistía en un little black dress negro asimétrico con una cola lateral compuesta de capas de tela que llega hasta los tobillos. Esta es la perfecta descripción de un vestido que rompe absolutamente todos los protocolos de la familia real. Por un lado, para los royals el color negro es un tono estrictamente reservado para el luto en actos públicos, y por otro, lo más probable es que el pronunciado escote y el corte por encima de las rodillas haya causado una gran serie de desmayos entre miembros de la conservadora familia real. 

Por eso se le tituló ‘Vestido de la Venganza’, porque con él Diana le dijo al mundo que era una mujer fuerte e independiente, que no dependía de ningún hombre para lucir impresionante, y que nadie podía decirle qué hacer. Con solo ponerse un vestido, Diana gritó a través de su imagen que allí estaba, más fuerte y guapa que nunca, con toda la seguridad del mundo a pesar de ser abochornada horas antes en frente de todo el país. 

Lady Di con el famoso ‘Revenge Dress’.

También cabe destacar, que este acontecimiento marcó un antes y un después en la forma de vestir de Lady Di, quien a partir de ese momento comenzó a vestir de una manera mucho más arriesgada con altos tacones y faldas cortas convirtiéndose según muchos en la glamurosa princesa que hoy en día recordamos y admiramos. 

Por su lado, el polémico vestido se convirtió en un gran icono de la moda dada a su obvia belleza y a su jugoso trasfondo, siendo versionado por muchas firmas reconocidas y sirviendo de fuente de inspiración para miles de mujeres en todo el mundo debido al empoderamiento que simboliza. 

Sara Arbelaez.