Dua Lipa, quien también se realizó un cambio de look capilar para la ocasión, eligió un look ‘bondage’, muy al estilo ‘dominatrix’ que está en alza, de Atelier Versace, marca de la que es imagen.
Aunque para muchos puede ser una tendencia hortera, la verdad es que el uso de la ropa interior que asoma por arriba de los pantalones es el último grito en moda.
Algunas ‘influencers’, como Sofia Coelho o Ines Silva, ya nos han propuesto diferentes tipos de llevar esta tendencia ‘boyfriend’ de mostrar el ‘underwear’: desde unas braguitas Balenciaga hasta los típicos bóxers clásicos con estampados de rayas o cuadros –sí, los que usaría tu padre o tu abuelo–.
Diréis, ¿calzoncillos de hombre? La respuesta es sí. Además de ser muy cómodos –esta tendencia surgió a raíz del auge de la comodidad del confinamiento–, nos encanta cómo queda el detalle de revelar una parte de los mismos. ¿Es una consecuencia del talle bajo que también vuelve de los dosmiles?
Esta tendencia llegó a su máximo apogeo con la última pasarela de Miu Miu Fall 2022 Ready To Wear, donde la marca nos propuso diferentes formas de conjuntar las braguitas de tejido satinado, demostrando que esta tendencia puede llevarse al estilo ‘tomboy’, o, al contrario, de una forma más ‘femenina’: cada quien puede llevarse la ropa interior a su propio terreno. Además, Miu Miu, al igual que Balenciaga, incluyeron un detalle muy importante: una etiqueta con su propia marca (la logomanía también estaba a la orden del día en los 2000).
Y es que resulta que esta moda ya llegó en los dosmil: la fiebre ‘Let me see that thong’ triunfó a principios de milenio de la mano de las ‘it-girls’ del momento como Paris Hilton, y volvió hace apenas dos años. Ahora, marcas como Dolce & Gabbana, Cynthia Rowley, o Blumarine se han sumado a la tendencia ‘Y2K’ que está revolucionando, una vez más, el mundo de la moda.
Hace poco más de un año dedicamos un artículo al auge de la estética ‘dosmilera’ y de la posibilidad de su éxito posterior, y razón no nos faltó: el ‘Y2K’ lleva ya muchos meses arrasando en todas las tiendas. La moda de esta época está conformada de muchos tipos de prendas y accesorios, pero hoy nos vamos a centrar en una concreta: los pantalones de tiro bajo, esa polémica prenda que muchas mujeres no quieren que vuelva.
Si echamos un vistazo al auge de estos pantalones nos encontramos con ‘celebrities’ como Paris Hilton, Britney Spears o Lindsay Lohan entre muchas otras: famosas con cuerpos delgados caracterizadas por tener el abdomen plano y extremidades muy finas.
Las décadas de los 90 y 00 estuvieron muy marcadas por la adopción un canon de belleza donde primaba la delgadez extrema, reafirmado por el apogeo de las revistas de prensa rosa que portaban imágenes de mujeres con cuerpos esqueléticos acompañados en muchas ocasiones de pantalones de tiro bajo.
Hoy en día, la sociedad está comenzando a superar esta imposición de cánones absurdos que en lo único que han ayudado es en el aumento de muchos trastornos de conducta alimentaria, sobre todo, en la población femenina.
Nos preguntamos ahora, ¿qué tendrá que ver todo esto con un simple pantalón? La respuesta está en que el vaquero de tiro bajo ha significado un instrumento de tortura para millones de mujeres quienes se sentían muy inseguras al lucir su abdomen, preocupadas por entrar en el absurdo canon. Hace unos días preguntamos a unas cuantas amigas su opinión sobre la vuelta de esta controvertida prenda de ropa, y sus testimonios fueron de lo más interesantes:
«Yo creo que la gente se seguiría sintiendo incómoda porque creo que las tías seguimos teniendo mucha presión con nuestro cuerpo y con estar delgadas y esos pantalones al final están hechos con la idea de lucir un abdomen plano. Representa una especie de atraso»
«A mi me encanta como le queda a Bella Hadid, pero es que todas no tenemos ese cuerpo»
«Yo creo que no hay prendas hechas para todos los tipos de cuerpos, pero ahí ya entra la seguridad de la persona a llevar cualquier prenda y de su actitud»
¿Es verdad esto? ¿No están estos pantalones hechos para todos los cuerpos? ¿No hemos superado aún el vincular cualquier prenda de ropa con un cuerpo determinado? La respuesta a todas estas preguntas se encuentra en la confección de la prenda. En los vaqueros de tiro bajo la altura queda justo en la cadera, haciendo que la única manera de sujetarlo sea quedando ajustado, por lo que, además de ser algo incómodos, es fácil que se formen pliegues en la piel (si no eres Bella Hadid o Kendall Jenner). Es por ello por lo que muchas veces nos sentimos inseguras llevando este tipo de pantalón tan complicado de encajar.
Aunque ahora el tiro bajo no tiene por qué llevarse tan ajustado como el que se estilaba en los 2000, lo que no queremos es caer en una tendencia que sólo vaya a ser socialmente aceptada si es llevada por personas delgadas. Debemos pues, deconstruir la moda y las tendencias pudiendo recoger todo tipo de cuerpos en las mismas. Que la moda no sea excluyente.
El conjunto, formado por una minifalda con cinturón, una minicamisa y un minijersey (todo ‘cropped’), ha causado tanta admiración que tiene hasta una cuenta de Instagram propia. Algunas ‘celebrities’ como Nicole Kidman, Bella Hadid, Zendaya, Chiara Ferragni, Hunter Schafer o Emily Ratajkowski son algunas que ya han apostado por este tipo de conjuntos.
Pocos looks han conseguido hacerse tan virales las siguientes temporadas, y la marca ha dedicado sus siguientes colecciones a reinterpretar el famoso set. Además, la casa italiana es una gran fan de la estética dosmilera, algo que ha demostrado con creces en sus últimos desfiles de cara a 2022, aunque esta vez, mucho más ‘preppy’ y acercado al estilo tenista.
La firma de Miuccia Prada ha redescubierto las minifaldas y cada vez son más extremas: cortas y de talle muy bajo.
Se introduce, además, gracias al tiro bajo de estas prendas, una nueva forma de mostrar la ropa interior por arriba de la falda. Esto ya lo comenzamos a ver hace un tiempo, cuando comenzó el auge de la estética ‘Y2K’ y las ‘it-girls’ comenzaron a enseñar las tiras del tanga por detrás. Ahora, esto ha evolucionado y se ha comenzado a enseñar ropa interior como braguitas o calzoncillos.
Pero es que la cosa no queda aquí: otra de las marcas más abanderadas al estilo 2000, Blumarine, también ha recogido esta tendencia en sus shows y cada vez promete más. Combinada con todo tipo de elementos que nos recuerdan a la estética dosmilera (el brilli-brilli, belly chains, mariposas, tiro bajo…), Nicola Brognano, el director creativo de la marca, nos confirmó lo que todas pensábamos: una de sus mayores inspiraciones son los iconos de la época (Britney Spears, Paris Hilton…).
Blumarine Spring Ready-To-Wear 2022
Marcas low cost como Bershka han lanzado también sus propuestas (por lo menos, desde Inditex nos han dado la opción de llevarlas como ‘skort’, algo que agradecemos), lo que significa que es una tendencia que ha llegado para quedarse.
El pasado 11 de noviembre, la heredera de la cadena hotelera Paris Hilton se casó con su pareja, Carter Reum, en su finca de Bel Air que perteneció a su abuelo, como siempre ella había querido. Como ella misma dijo, el número once es muy especial para ella (exigió casarse un 11 del 11 a las 11) y en un primer momento quiso lucir nada menos que once vestidos de boda. Hoy, vamos a repasar los que hemos podido ver hasta ahora.
Paris eligió a Oscar de la Renta para el primer diseño de su día tan especial; un ejemplar en el que se trabajó a mano más de mil cuatrocientas horas. Una cascada de románticas flores cubre casi por entero el vestido y el velo de la novia, un mágico vestido que, según la millonaria, buscaba que fuera tan elegante e icónico como Grace Kelly, en quien se inspiró para el diseño.
El segundo vestido también lo firma Oscar de la Renta, y esta vez es una pieza mucho más informal: se trata de un vestido mini cómodo para bailar toda la noche, decorado con detalles florales en el escote (que recuerdan a su primer vestido).
Para el tercero de los vestidos, Paris confió en Ghalia Lav para el baile nupcial, donde se transformó en La Cenicienta con una pieza de escote bardot y corsé y una gran falda de tul, combinado con una sencilla tiara y un recogido elegante.
El siguiente vestido joya que Paris utilizó durante la celebración es una creación de Pamella Roland, una pieza larga hasta los pies y que fue conjuntada con un chal también de brillantes.
Cuando la boda pasó al parque de atracciones, en el tercer día de celebración de boda, Paris hizo gala de su color favorito y se enfundó un vestido completamente rosa, muy Barbie y firmado por Alice+Olivia (quien también realizó los vestidos -también rosas- de las damas de honor).
Finalmente, el último modelito que lució la conocida DJ fue un vestido largo, lleno de transparencias y estrellas, brillos y oberturas, que recuerda al que usó Jennifer López en su boda con Chris Judd.
Paris Hilton, Britney Spears, las ‘Cheetah Girls’, Hilary Duff en ‘Lizzie McGuire’ o ‘Sharpay Evans’ de ‘High School Musical’ son personajes que nos evocan irremediablemente a la época de los 2000. Esta década, que tanto hemos temido –en especial en términos de moda–, ha regresado con fuerza y parece que va a quedarse con nosotros un tiempo.
Las boinas, los vaqueros ‘skinny’ de tiro bajo, el ‘denim on denim’, las icónicas mechas que todas queríamos emular de pequeñas, el chándal rosa de ‘Juicy Couture’ o las faldas encima del pantalón son tendencias que hemos querido olvidar, tachándolas de hortera. Pero como bien sabemos, todas las modas vuelven, y los 2000 no piensan quedarse atrás.
Hilary Duff con pantalones de tiro bajo, en los MTV Movie Awards 2003.
Paris Hilton, mega icono de la década de los 2000, sacó un documental autobiográfico en youtube en el cual nos explica a la perfección el papel de las ‘It girls’ como ellas en la época. Lo primero que debemos destacar es que con Paris Hilton empezó todo: el auge de los paparazzis, de las revistas rosas e incluso de las ‘influencers’ que conocemos hoy en día.
Sheeraz Hazan, estratega en redes sociales, nos cuenta que gracias a París se creó la empresa de paparazzis más grande del mundo, con millones de empleados que vivían meramente de ella. En la época una foto de Hilton podría llegar a valer hasta un millón de dólares, provocando así incluso peleas entre los fotógrafos.
“Fue Paris quien inició la tendencia de que los paparazzis te siguieran a todos lados” dice la famosísima Kim Kardashian, amiga y ex ayudante de Hilton, con conocimiento causa ya que años más tarde ella seguiría el legado de su amiga convirtiendo su familia en un imperio mediático.
Kim Kardashian y Paris Hilton.
A donde Paris iba, allí estaban los paparazzis, listos para sacar la mejor foto y vendérsela al mejor postor, normalmente famosas revistas o blogs. Las grandes marcas de ropa de la época no tardaron mucho en aprovecharse de la repercusión mediática de Paris; tiendas como Kitson fueron los pioneros de una estrategia de marketing basada en pagarle a la socialité por salir de sus establecimientos con bolsas y ser fotografiada por los paparazzis. ¿Os suena esto?
Paris Hilton con bolsas de la marca Kitson.
“Todo lo que hace la gente hoy en las redes sociales se inició con Paris Hilton”, dice Hasan refiriéndose a que gracias a estos hechos, muchísimas influencers actuales deben de agradecerle a Paris Hilton ya que podríamos decir que es gracias a ella es por lo que hoy en día se puede ganar dinero a través de las redes sociales.
“Dicen que soy la influencer original, pero a veces creo que ayudé a crear un monstruo”
Paris Hilton
Otra víctima súper destacable de los 2000 es nuestra favoritísima Britney Spears cuyo legado en los 2000 no se limita a la música. Britney es otro icono de la moda de esta década, con inigualables looks en sus videoclips como en “Oops!… I Did It Again”, “Toxic” o “Baby One More Time”. Pero Britney tampoco se quedaba atrás con el ‘street wear’, donde podemos destacar los chándales de Juicy Couture, marca que se lucró gracias a estas ‘It girls’, o los pantalones de tiro bajo con tops ceñidos.
Briney Spears en su videoclip “Oops!… I Did It Again”
Y es que la influencia de los 2000 fue mucho más poderosa de lo que pensamos a primera vista. Un ejemplo de esto es la historia de cómo nació el buscador de imágenes de Google. Y es que, cuando Jennifer Lopez apareció con su inolvidable vestido verde de Versace en los Grammys del año 2000, Google se colapsó a búsquedas, pues todo el mundo quería encontrar el icónico vestido. Diecinueve años después, en la Fashion Week de Milán, J Lo desfiló para Donatella Versace luciendo el mismo vestido.
Jennifer Lopez y Donatella Versace en la Fashion Week de Milán, 2019.
A continuación, desde Purpurina Magazine hemos querido recrear una peluquería muy 2000, os dejamos por aquí nuestra propuesta y además, podéis ver el vídeo completo, ‘The Purpurina Salon’, en nuestro Instagram.
Artículo por Sara Arbelaez y Mar de Garrido
Fotografía y edición Rosell Mongay
Staring Mar de Garrido y Laura Huete
Idea original Sara Arbelaez
Dirección artística Purpurina Magazine
En colaboración con la peluquería Luver y la manicurista Laura Huete.