El ‘Regencycore’ y ‘Los Bridgerton’

‘Los Bridgerton’, la serie que está en boca de todos desde que se estrenó en Netflix el pasado diciembre de 2020. Tras estar tan enganchadas a esta serie que por descontado os recomendamos (tiene de todo: un buen romance, jugosos cotilleos, una buena trama), y que además tiene una dirección artística y una estética que nos ha encantado, por fin se estrena la segunda temporada mañana día 25 de marzo en Netflix.

Cartel de ‘Los Bridgerton’, Netflix.

Corsés, tocados, largos vestidos, diademas, guantes hasta el codo, perlas, guantes, plumas, mangas abullonadas… todo lo que nos recuerda a la época de la regencia inglesa (de 1811 a 1820) es bienvenido. La responsable del vestuario de la serie, Ellen Mirojnik, argumentó que no buscaban una copia exacta de la vestimenta de la época, sino inspirarse en ella para crear un fastuoso escenario (que nos ha encantado). Nos recuerda al imperio Jane Austen, en obras como Orgullo y Prejuicio, Sentido y Sensibilidad, Emma… El ‘Regencycore‘ ha llegado para quedarse y para inundar nuestro armario. 

Según los datos de búsquedas de Lyst, los vestidos de corte imperio (aquellos con el ajuste bajo del pecho) han sido buscados un 93% más que antes del lanzamiento de la serie. Ocurre lo mismo con la búsqueda de corsés, aumentada en un 123%, o con las perlas y tocados de plumas, en un 49%.  

Daphne Bridgerton ©Netflix

Muchas de las grandes marcas han comenzado a inspirarse en esta tendencia, y es que esta adaptación de los libros de Julia Quinn (sí, hay una saga de ocho libros que podéis leer si os habéis quedado con ganas, y cada uno trata sobre cada uno de los hermanos) no ha dejado indiferente a nadie.

Algunas casas, como Hill House Home, han sacado una colección totalmente inspirada en esta tendencia, llamada ‘The English Garden’. Por su parte, la marca Erdem lanzó su colección Primavera / Verano 2021 llena de este tipo de vestidos, muchas flores y mangas abullonadas. 

Colección Hill House ‘The english garden”. 
Erdem, Primavera/verano 2021

Además, Vivienne Westwood lanzó para su nueva colección Fall 2021 un ‘remake’ de su aclamado y famoso corsé de su Spring/Summer ‘Portrait Collection’ de 1990. Inspirado en el cuadro de 1743 ‘Daphnis and Chloe, Shepherd Watching a Sleeping Shepherdess‘ por François Boucher, un artista del rococo francés, la casa plasmó todo el espíritu romántico del siglo XVIII en esta colección de 1990.

‘Portrait Collection’ Corset, de Vivienne Westwood (1990) ©V&A
‘Daphnis and Chloe’ (1743), de François Boucher ©ArtUK, The Wallace Collection
Vivienne Westwood Fall 2021 ©Vogue

Sin lugar a dudas, esta corriente que ha sido inspirada de lleno por ‘Los Bridgerton’, y que ha continuado con el movimiento ‘Cottagecore’, ha llegado para quedarse.

Artículo por Mar de Garrido.

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Los querubines y su representación en el arte

‘Cupid in a landscape’, (Il Sodoma, 1510) ©Web Gallery of Art / Wikimedia Commons

Un año más, se celebra en casi todo el mundo la festividad del amor, San Valentín. En el imaginario colectivo, San Valentín está representado por el amor romántico, los corazones, las flores, y por una figura en concreto: Cupido. Hoy, repasaremos brevemente su mito más famoso y cómo ha sido representado en la historia del arte.

‘Eros y Psique’ o ‘Psique reanimada por el beso del amor’ (Antonio Canova, 1793)

Como bien es sabido, el encargado de representar a los enamorados es Cupido, en la mitología, hijo de Venus (diosa del amor y la belleza) y Ares (dios de la guerra). Cupido, también conocido como Eros, fue enviado por su madre al mundo de los mortales con una misión: encontrar a Psique, mujer de afamada belleza de la que Venus sentía celos, y dispararle una flecha que le hiciera enamorarse del hombre más feo del mundo. Sin embargo, Cupido quedó prendado de ella y terminó desposándola. Eros prohibió a Psique verle el rostro, pues ella no sabía quién era él, y sus encuentros eran siempre nocturnos, pero un día, ella encendió una vela para verle, y una gota de cera caliente se derramó en el rostro de él, despertándole. Cupido abandonó a su mujer, decepcionado, pero finalmente tuvieron su final feliz.

‘Eros,’ (470 a.C / 450 a.C) ©Louvre, Wikipedia Commons

Hasta hoy día se le sigue representando con una venda en los ojos, fruto de que el verdadero amor surge del alma y no de lo físico. La figura alada, caracterizada muchas veces como un apuesto joven o un querubín, cargado con arco y flechas, comenzó a aparecer en representaciones artísticas hacia el siglo V antes de Cristo.

El nacimiento de Venus (William-Adolphe Bouguereau, 1879)
‘Mosquetero y amor’ (Pablo Picasso, 1969)

En el Renacimiento se comenzó a pintar a Cupido de forma más realista, como un niño o bebé alado y, normalmente, desnudo. Se comenzaron a incluir varios querubines en una sola pintura, conociéndose éstos como amorini o putti.

Incluso, hay veces que se representaban a sus hermanos, Anteros, dios del amor correspondido y vengador del amor no correspondido, e Hímero, dios del deseo sexual y del amor no correspondido, quienes juntos son llamados erotes. Existe un hermano más, hijo de Afrodita y Dionisio: Himeneo, dios de las ceremonias de matrimonio, y otros erotes menores, Hermafrodito, Potos, Ganímedes, Hedílogos o Peitos.

Se continuó representando a los bebés durante los periodos barrocos, neoclásicos, rococós, e incluso se encuentran cupidos expresionistas (‘Cupido y Psique’ de Eduard Munch), surrealistas (‘Venus con cupidos’, de Salvador Dalí), e incluso en el cubismo de Picasso, ‘Mosquetero y amor’, mucho más abstractos.

‘Cupido y Psique’ (Eduard Munch, 1907)

«El amor no ve con los ojos, sino con el alma, y por eso pintan ciego al alado Cupido. Ni en la mente de Amor se ha registrado señal alguna de discernimiento. Alas sin ojos son emblema de imprudente premura, y a causa de ello se dice que el amor es un niño, porque en la elección yerra frecuentemente. Así como se ve a los niños traviesos infringir en los juegos sus juramentos, así el rapaz Amor es perjuro en todas partes.»

william shakespeare, ‘sueño de una noche de verano’

Artículo por Mar de Garrido.