Aunque comenzaron a popularizarse los llamados “plumas” hacia los 80, fue en 1936 cuando se creó la primera chaqueta acolchada. El estadounidense Eddie Bauer casi perdió la vida a causa de la hipotermia cuando un buen día, decidió irse de pesca en pleno invierno. Su abrigo de lana le protegía del frío, pero no del agua. Y así diseñó una chaqueta acolchada que decidió llamar “Skyliner”, inspirándose en las que llevaba el ejército ruso. Aunque el problema de estas chaquetas era que las plumas se quedaban en la parte baja del abrigo, quedando al descubierto la zona superior, y Bauer hizo que se separara por franjas, quedando así de forma uniforme.
Más tarde, fue el diseñador James Charles quien la comenzó a producir y creó una versión para mujer. Sin embargo, continuaba pareciendo un edredón adaptado y comenzó a caer en el desuso, volviendo a ser recogido por las grandes firmas hacia los ochenta. Esa misma década la moda pegó muy fuerte en Italia, concretamente en Milán, donde se comenzó a formar la llamada tribu de los Paninari, jóvenes de buena familia que comenzaron a reunirse en el bar “Al Panino” (de ahí el nombre). Hicieron suyos estos plumíferos de todos los colores: en 1895, se vendieron más de 30.000 plumíferos de Moncler en Milán. “Llevarlo era una declaración de intenciones” confesó Remo Ruffini, el CEO de la empresa.
Como ya sabemos, se relaciona su origen con las batas típicas para estar por casa, pero también con los edredones de cama. Y es que resulta que en tiendas, estos abrigos se encuentran en su auge. Esta tendencia acolchada va de la mano con el guateado, normalmente en forma romboide. Sin embargo, fue en 2019 cuando, de la mano de Demna Gvasalia al frente de Balenciaga, se mostró la renovada tendencia de los abrigos-edredones y la superposición de chaquetas.
Desde ese momento, comenzamos a ver la tendencia del acolchado en múltiples ocasiones el pasado verano de 2020, y en todo tipo de prendas –y que triunfó en especial en conjuntos–, y que vimos hasta en carritos de la compra (sí, todas nos quedamos igual cuando vimos estos carritos en la web de Zara).
Tampoco podemos olvidarnos de el acolchado en otras prendas, como en bolsos. Y es que fue Coco Chanel quien la inició, en 1955, con el bolso 2.55 (que hace referencia a su fecha de lanzamiento, en febrero de 1955), inspirado en el espíritu ecuestre.
La tendencia, por supuesto, ha ido evolucionando hasta ahora, pudiendo encontrarla en prácticamente todas las tiendas. Y es que, lo bueno de este tipo de abrigos, es que, además de ser chulísimos, es que son calentitos y suelen ser water repellent. ¿Qué más queremos que una tendencia que nos permita ir bien abrigadas?
Los colores favoritos para estos abrigos, sin duda son los nudes, los verdes y los negros. Las influencers Lucía Avendaño y Alexandra Pereira han combinado la chaqueta acolchada de la temporada con vaqueros y con las botas de goma que tanto están triunfando este invierno.
Los nudes no se quedan atrás, combinados con un total look, como Marina Muñoz con la chaqueta tendencia de Stradivarius, o con unos vaqueros y un jersey blanco.
Pero no sólo están los cropped, sino que también se llevan los abrigos XXL, como el que lleva la influencer Sara Fructuoso en este look, de Asos (que además está rebajado y que podéis encontrar por 67,15€).

No podemos dejar de hablar del vestido tan sonado que usó Cristina Pedroche en las Campanadas 2021, un espectacular abrigo acolchado de más de 100 metros diseñado por Nacho Aguayo y firmado por Pedro del Hierro, e inspirado por el hogar, lugar donde hemos tenido que pasar mucho tiempo este 2020. Bajo, un micro vestido diseñado con más de 16.000 cristales bordados a mano que buscaba transmitir esa luz, energía y esperanza que necesitamos para este nuevo año 2021.
Y no podemos tampoco dejar de mencionar la nueva –e inesperada– colección de Gucci X The North Face, inspirada en los años setenta y que promete, pues es la primera vez que esta casa italiana decide asociarse con otra firma. Esta línea, repleta de color y que recuerda mucho a la vida en la naturaleza y la libertad, busca comprometerse, además, con el compromiso con el medio ambiente y la sostenibilidad. Y por supuesto, no podía faltar un buen plumas –que por cierto, nos encanta–.
Lo que está claro es que, el acolchado es una tendencia totalmente versátil y que ha llegado para quedarse, esperemos que mucho tiempo.
Mar de Garrido.